Los beneficios del PERDON y su rigor científico


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En las últimas décadas se han multiplicado el número de investigaciones sobre el perdón y sus consecuencias. Entre los expertos en el tema destacan los doctores Frederic Luskin, de la Universidad de Stanford (EE.UU) y Robert Enrigh de la Universidad de Wisconsin-Madison (EE.UU). 

Ambos han definido distintos aspectos del perdón. Por un lado, este consiste en poder sentirnos menos ofendidos y enojados y dejar de culpar a quien nos ha lastimado. Por otro lado también implica, estar dispuestos a abandonar nuestro derecho a estar resentidos, a juzgar negativamente  y a tratar con indiferencia a quienes nos han ofendido, para cultivar virtudes como la amabilidad y la generosidad.

Perdonar implica cambiar nuestras respuestas destructivas y transformarlas en conductas que promuevan el buen funcionamiento de nuestro entorno, de nuestra empresa, de nuestra sociedad. Como sucede con otras virtudes, la capacidad de perdonar no se nos da automáticamente. Hay que aprenderla y desarrollarla.

¿Pero por qué es tan importante perdonar?

El doctor Martín Seligman, ha descubierto que la salud física, especialmente la cardiovascular, tiende a ser mejor entre las personas que perdonan que entre las que no lo hacen.  Otras investigaciones indican que el perdón tiende a asociarse con el bienestar psicológico y físico y con las buenas relaciones interpersonales. Las personas propensas a perdonar también suelen presentar menos ansiedad, depresión y hostilidad.


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Así mismo, la capacidad de perdonar se asocia a tener mas emociones positivas, a sentir mayor satisfacción  con la vida y a padecer menos síntomas físicos. Diversos estudios indican  que existe una relación entre el perdón y el estrés y que los niveles de estrés y los síntomas físicos que lo acompañan pueden disminuir cuando las personas son capaces de perdonar. 

Una investigación realizada por el equipo del doctor Luskin con un grupo de asesores financieros detectó, que después de que estos siguieran un programa para facilitar el perdón, sus niveles de estrés no solo se redujeron sensiblemente, sino que su grado de satisfacción con la vida mejoró  y su productividad aumentó un 25%. Los datos obtenidos por Lusquin, demuestran que cuando las personas perdonan, su nivel de ira y de hostilidad disminuye; hecho que en ocasiones se relaciona con mejorías en la hipertensión arterial. 

Everett Worthington, otro reconocido investigador sobre el perdón, dice que  al perdonar, nos liberamos a nosotros mismos. El lo vivió en primera persona, ya que logró algo casi inimaginable; perdonar al asesino de su madre.  Según él, el perdón no es solo una acción, sino un proceso. Para ponerlo en marcha nos propone cinco pasos, que en inglés se sintetizan en el acrónimo REACH, que significa "alcanzar":

R.- Recordar el dolor: visualizar los eventos y circunstancias de la ofensa. 
E.- Empatizar con el transgresor; tratar de comprender su punto de vista. 
A.- Altruismo: el perdón es un regalo que se da sin pedir nada a cambio.
C.- Comprometerse públicamente a perdonar a esa persona. 
H.- Honrar ese compromiso; mantenerse decidido a perdonar. 

El doctor Luskin nos recuerda que "vivir bien es la mejor venganza"; en vez de seguir centrándonos en nuestros sentimientos  heridos y dar con ello poder sobre nosotros  a quien nos lastimó, aprendamos a buscar el amor, la belleza y la bondad a nuestro alrededor. Perdonar nos ayuda a recuperar la sensación de que tenemos poder sobre nuestra vida. 

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