¿La certeza de la escasez o la posibilidad de la abundancia?

No cabe duda de que no todas las culturas del mundo viven la incertidumbre de la misma manera. En el mapamundi de la incertidumbre se evidencia que nosotros no toleramos demasiado bien la falta de certeza y que entramos en estrés en cuanto creemos que la incertidumbre puede venir.

Durante años nos han hablado de la zona cómoda. Que nos quedamos en la zona cómoda. Pero no nos han dicho que la zona cómoda es todo menos cómoda y segura. Es la zona donde se muere. Porque en realidad no es zona cómoda sino ZONA CONOCIDA O DE CERTEZA. Y a veces preferimos la certeza de lo ya conocido, del hábito, de la rutina… aunque sea perjudicial para nosotros. Al fin y al cabo es un “mal conocido”.

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INNOVAR ES DESPLAZAR LOS LIMITES

La Innovación es una gestión de la identidad, ir desde lo "que eres" a lo "que no eres". La "llamada zona cómoda o de confort", es la zona donde sentimos que hay certeza, control, baja incertidumbre, predictibilidad...es la zona conocida y de certeza. Pero hay mucho sufrimiento en esta zona, ya que es el status quo, "lo mejor conocido". 
Cuando innovamos, vamos más allá de los límites, de lo que sabemos, conocemos, podemos y somos. Es la zona incómoda, incierta, donde somos al inicio torpes, incompetentes e ignorantes. Pero a la larga se desplazan los límites de nuestro conocimiento, de nuestras capacidades...nos renovamos
La clave no es gestionar el conocimiento y las competencias, sino el "desconocimiento y las incompetencias". 

La tendencia automática humana a no perder, la aversión a la pérdida, el jugar a no ir para atrás, a no perder lo logrado, a no renunciar a lo sabido…nos mantiene en la escasez, una escasez elegida por temor. Quizá por miedo a lo no conocido, a no saber, a ser incapaz. El “no soy, no se, no puedo” da miedo. Temor a perder la identidad, lo que nos da seguridad. Todo ello exige una nueva conciencia para trascenderlo ya que nuestro cerebro exagera los miedos.

Aquellos que conservan la calma y la serenidad en momentos de zozobra son los únicos capaces de dar una respuesta adaptativa. Las neurociencias nos han demostrado que si se entra en estrés, el miedo, el enfado o la tristeza modifican el riego sanguíneo y la bioquímica  del cerebro y nos condena a una respuesta de supervivencia, a repetir el automatismo de protegernos o reaccionar como “pollos sin cabeza”.

Pero podemos ser conscientes de que al entrar en terrenos desconocidos, la incompetencia y el desconocimiento durarán poco, porque tenemos una gran capacidad de aprender. Mas de la que creemos. Basta ponerse fuera de los límites propios para que afloren poderes que ni nosotros sabíamos que estaban en nosotros. Nuestro verdadero potencial emerge mas allá de los límites.

Mas que gestionar el conocimiento y las competencias, es clave liderar nuestro estado emocional cuando estamos con desconocimiento e incompetencia.

Innovar es crear incertidumbre y nuevos problemas, nuevas preguntas y nuevas posibilidades.
No se trata de acertar siempre sino de jugar las posibilidades y crear nuevas realidades.

¿Que prefieres, la certeza de la escasez o la abundancia posible? Tu decides